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domingo, 31 de enero de 2016

Mexkisito

Los chicos de RECOUPAGE me hablaron de que había alguien nuevo en la ciudad, un local chiquitito y acogedor donde habíamos hecho parte de los suelos y había abierto a principios de diciembre, en la calle Recoletos, 11. Rauda y veloz me fui a echarle un vistazo.


Le estoy yo ya cogiendo el gustillo a esto de descubrir nuevos restaurantes. Una vez que te dejas llevar y aceptas que tu cuerpo se alimente sin remordimientos, el placer se cuadruplica. ¿Qué le vamos a hacer si todo los proyectos en los que estamos metidos, son para dar placer al paladar? Pues relajarse y disfrutar, y eso fue lo que hice.


MEXKISITO es una antojería, ¿sabéis qué es eso? porque yo no tenía ni idea. Viene de antojitos, antojos (¡si es que está hecho para mí!). Sería la versión mexicana de tapas.


Este monísimo local es propiedad de tres socios Hanna, Jorge y Adriana. Jorge y Adriana proceden de México y Hanna, de Ucrania. Empezaron buscando un local no excesivamente grande para crear su antojería.


El proyecto fue realizado por María Barrero y Francisco Segarra que entendieron a la perfección la idea que tenían de recrear el ambiente de una “casona” de los años 40’ en México, lo que llamaríamos una “hacienda”.




Están muy bien ensambladas, tanto las lámparas (me las quedaría todas) con los techos de escayola...





Como las paredes desconchadas y ladrillo visto con el capitoné en terciopelo rojo.




La ambientación que han dado a los servicios es muy simpática.




Han pensado en los más pequeños detalles.


El ambiente fue creciendo.



Y el local se fue llenando de todo tipo de edades y profesiones.



Empezaron trayéndonos un aperitivo de una crema de frijoles acompañado de unos nachos, para calmar a la bestia.


Después nos decantamos por unas quesadillas con setas, unos huevos rancheros, buenísimos, unas brochetas de solomillo y unos tacos de chuleta de cerdo.



Pero además, hubo un montón de platos con una pinta buenísima, pero mi estómago no dio para más. 



Para terminar nos invitaron a unos chupitos de minimargaritas hechos con productos frescos y caseros, que estaban buenísimos.


Yo me habría quedado más y me hubiera tomado una de las tentadoras propuestas que tenían en su pizarra de cócteles, pero no se puede tener todo. Como pienso volver, ya me resarciré. 



2 comentarios:

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