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domingo, 24 de enero de 2016

Mr. Frank

En pleno barrio de Las Letras en Madrid y arropado por Las Cortes, el Teatro de la Zarzuela y el Museo Thyssen, se encuentra Mr Frank, en Jovellanos, 6.


Un local con más de dos años de bagaje, liderado por Paco Ramos. Un proyecto meditado, tras una larga experiencia en el mundo de la hostelería en USA. Paco ha pasado muchos años como director de grandes hoteles en ese país, donde tuvo la oportunidad de trabajar y codearse con los mejores cocineros americanos y de esta forma, construir con tiempo su sueño.


Hasta que no encontró el local no quiso dar forma a su carta para poder estudiar en profundidad todos los negocios de alimentación de calidad que ofrecía este barrio. De este modo se aseguraba de la disponibilidad de los productos frescos con los que iba a contar.


Paco tenía claro desde un principio que iba a decantarse por una decoración basada en los materiales con historia y personalidad.


La decoración del local ha sido realizada por la interiorista Alejandra Pombo, discípula de Pascua Ortega durante más de seis años. Alejandra emprendió su camino en solitario y ha realizado proyectos realmente brillantes, principalmente viviendas, pero también ha sido la artífice de diseños de negocios como el de Isabel Yébenes. 

Mr Frank fue el primer proyecto en el que Alejandra confió en RECOUPAGE y con el que comenzamos una larga y fructífera colaboración, espero. Una de las mejores cosas que nos ha dado RECOUPAGE ha sido el trabajar con los mejores talentos de decoración que existen actualmente.

Este nuevo restaurante de cocina de mercado está dividido en dos ambientes muy diferenciados:


En la parte superior se encuentra el comedor principal. Un luminoso espacio donde han querido romper con la cuadratura de sus techos y les han dado forma con cúpulas asimétricas decoradas con falsos pallets para crear un aspecto más RECOUPAGE.



Llegamos temprano  a comer y el espacio estaba bastante vacío, tan solo un par de mesas, pero en el transcurso de media hora se fue llenando de gente joven, ecléctica y bastante cosmopolita.




Se pueden degustar desde unas tradicionales lentejas, hasta un cebiche, una hamburguesa o un risotto. Esto denota la mezcla de culturas que existe en su carta, con un precio más que razonable.


Decidimos comer de la carta para conocer mejor su cocina, pero la verdad es que los platos del menú que ofrecían tenían una pinta muy apetecible.


Elegimos un ceviche de corvina con mango, un risotto de setas con queso Idiazabal, salmón glaseado en miel y mostaza Dijon y picanha con chimichurri de mango. Todo estuvo muy rico, el risotto y la picanha especialmente buenos, quizás el ceviche demasiado cítrico para mi gusto, pero con una combinación muy buena.



En la parte inferior, a pie de calle se encuentra su barra en una sala abovedada y extrañamente luminosa, en la que se puede disfrutar tanto de una copa como de sus reservados, lo mismo para reuniones de trabajo, como de amigos previo a salir de copas por Madrid la Nuit.



El resultado fue muy satisfactorio, con un servicio rápido, atento y eficaz. Una buena opción para terminar nuestras escapadas después de una exposición o para cenar y tomarte la primera  para comenzar la noche.

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