domingo, 20 de noviembre de 2016

Montepulciano


Hay veces que cuanto más cerca lo tienes menos lo ves. Este es el caso del post que hoy nos ocupa. Ya sabéis que me dedico a hacer vino en Italia, concretamente en Montalcino, en la Toscana. Y por supuesto conocía el vino de otra denominación de origen vecina a la nuestra, Montepulciano, pero nunca había tenido la oportunidad de visitar este lugar.


Allí se produce el vino Nobile de Montepulciano y además, el rosso de Montepulciano es uno de mis easy wines favoritos, con su blend de sangiovese y canaiolo, principalmente.


Es la región vinícola que, junto a Chianti y la nuestra,  Brunello di Montalcino, están situadas en torno a la ciudad de Siena.




Sí, Montepulciano está a penas a 30 kilómetros de Montalcino, llevamos 15 años haciendo vino allí, pues nunca lo había visitado, ¿te lo puedes creer? Sí, si conocieras mi vida lo entenderías. Siempre llego con la agenda a tope y no tengo tiempo de hacer turismo, salvo en contadas ocasiones.


Una escapada fuera de compromisos laborales y con gente muy especial para mi, hizo que yendo de Cicerone descubriera este precioso lugar. Es como Montalcino, pero a lo bestia.


Con bonitos negocios, donde poder hacerte con un recuerdo de este lugar


o ser tentado con su gastronomía.




Su ubicación en lo alto de un conjunto de colinas, deja que su posición nos regale unas vistas impresionantes de 360º por cada callejuela que mires.



Con una amplia información te dan todo tipo de  opciones para dejar tu vehículo, ya que toda la ciudad es peatonal y de esta forma vas recorriendo sus calles, a la vez que las vistas van aumentando su belleza.



Es uno de los lugares que eligieron para una de las películas de la saga "Crepúsculo",




concretamente "Luna Nueva" y que ha hecho aumentar el número de visitantes, incluyéndola en sus rutas cinematográficas.




El recorrido culmina en la Piazza Grande, donde te encuentras con la catedral,  construida a finales del siglo XVI  y el Palazo Comunale,


obra de Michelozzo, donde todo el mundo se para a disfrutar de su arquitectura mientras disfrutas de un delicioso gelatto en una de sus terrazas, para recuperar fuerzas después de toda la subida por la ciudad.


En agosto, Montepulciano tienen su fiesta, llamada Bravio del Botti, en la que compiten los diferentes barrios, pero aquí no se hace carreras con caballos como  en Il Palio de Siena o el tiro con arco de Montalcino.


En Montepulciano es una divertida y dura carrera en la que deben empujar rodando, ¡cuesta arriba! un tonel de casi 100kg durante un kilometro hasta llegar a la Piazza Grande, que ya hay ganas ¡puf! Estos sí que se merecen un Gelatto.


domingo, 6 de noviembre de 2016

Sri Lanka II



El antiguo Ceylán está lleno de lugares por descubrir y recorrerla con alguien experto es apasionante.


Su tráfico es brutal, tienes la sensación de estar en un videojuego en el que vas esquivando bicicletas, motos, motocarros, coches y camiones, puntuando para llegar a la meta,


mientras te venden todo a pié de carretera.


Es como una India de bolsillo, pero además viven todas las religiones en armonía. Lo mismo te encuentras con un Shiva, un Buda o una Virgen en un altar en cualquier esquina.


La India y Sri Lanka son cuna de la medicina ayurvédica que, junto con la tradicional china, son las dos disciplinas médicas más antiguas que existen y una de las fuentes principales de turismo del país.

Nos recorrimos toda la parte sur de la isla, desde Colombo hacia abajo. La parte norte no era segura por aquellos días al, encontrarse los grupos rebeldes en esa zona. Además de visitas a resorts ayurvédicos, también puedes hacer todo tipo de excursiones, visitas marinas para conocer su fauna,


criaderos de tortugas,


museo de máscaras, que tiene un gran significado en su cultura.


Visita a las minas de piedras preciosas…


de donde sacan topacios de una gama de colores espectacular y te muestran todo el proceso, desde la extracción hasta el tallado.


O las plantaciones de piña, las más dulces que he probado en mi vida.




El enano sucumbió en varias ocasiones por este ritmo trepidante.






Mientras nos recorríamos el país, íbamos empapándonos más de esta preciosa cultura, de sus costumbres, de sus danzas



Y, por supuesto, de sus elefantes.


Son unos animales tremendamente familiares con un instinto de protección impresionante. Visitamos tres puntos específicos relacionados con ellos.


El primero fue el orfanato, en Pinnawela, donde crían a los pequeños huérfanos abandonados  junto con otros un poco mayores y estos los adoptan y protegen con un instinto enternecedor.


La segunda parada fue el río Maha Oya, lugar donde los llevan a bañarse y este momento se convierte en toda una fiesta. 



Allí todos comparten sus aguas, tanto para lavar,


Como para usarlo de atajo.



Los elefantes que traen al río, son de todas las edades y tamaños y con ellos estaba la más ”llamativa”: una elefanta joven que se trasladaba con agilidad, aún con su peso, con tan solo tres patas.


La razón era que había estado en el lugar equivocado, en el momento justo en que explotó una bomba de la guerrilla Tamil, de los que ya os he hablado, grupo terrorista cingalés, que habitaba la zona norte del país.

Por último, conocimos a los más emblemáticos, los elefantes más ancianos. ¡Ya podéis imaginaros la envergadura de estos seres! Y la solemnidad con la que caminaban ¡Eso si podían! Porque eran realmente ancianos.


Mientras recorrimos la isla a lo largo de esas dos semanas pudimos disfrutar, entre excursión y excursión, de esos paisajes espectaculares que te ofrecen las plantaciones  de té, muchas veces escalonadas en terrazas o de arroz, en en extensos llanos.


Encontrándonos por el camino con una familia de puercoespines



e impresionantes dragones de Komodo, a los que no les acobardaba el cruzar la carretera, con sus andares prehistóricos


y que hacían las delicias del viaje de mi enano. Mi enano, como crece. Nunca olvidaré este viaje y espero que él tampoco.