miércoles, 15 de febrero de 2017

Paseo por Florencia


Cuando escribo un post de esta sección me produce hasta un poco de pudor. El hecho de que para ir a trabajar tenga que coger un vuelo a un lugar como Florencia no resulta ningún sacrificio, es más, es un auténtico placer.


Esta vez por razones de agenda nadie nos venía a recoger. Así que alquilamos un coche y no dejamos escapar las ventajas que esta situación nos ofrecía. Siempre llegamos con el tiempo justo para empezar a trabajar y no solemos tener la oportunidad de disfrutar de este entorno tan fascinante.


Llegamos un domingo a mediodía y decidimos aprovechar el resto del día allí en Florencia. Dejamos el coche en el parking de la estación de trenes de Sta Maria Novella.


Saliendo pudimos observar como va cambiando poco a poco la mentalidad de la sociedad y la cantidad de gente que se mueve ya en bicicleta, cada vez se parece más a Amsterdam. Hasta los grandes hoteles te dan esa opción, ¡me encanta! Bueno para nosotros y bueno para el planeta.


Han sido días muy fríos en toda Europa, pero en Italia, desgraciadamente, se han hecho sentir mucho más. A pesar de ello, la ciudad era un hormiguero de gente, salían turistas de todos los rincones.


El poder sentarte a tomar algo no era fácil y mucho menos cerca del Duomo. Pero en un golpe de suerte lo conseguimos. Encontramos una mesa libre en el clásico café SCUDIERI, en la mismísima Piazza San Giovanni, vulgarmente conocida como Piazza Duomo. Es allí donde se encuentra esta pastelería desde 1939.


Los lugares como Florencia son tan impresionantes que por muchas veces que los visites, te vuelven a dejar con la boca abierta. Así que nos unimos a la fiebre que flotaba en el ambiente y nos dedicamos a  hacernos selfies por toda la ciudad, como poseídos.




El arte flotaba en el ambiente.


Caminando hacia el Ponte Vecchio, en una pequeña callejuela descubrimos La iglesia del Santo Stefano Al Ponte, una de las iglesias más antiguas de Florencia, hoy convertida en museo diocesano.


En ella ofrecen una exposición de Gustav Klimt, uno de mis pintores favoritos y de la mayoría de los mortales ¡Que suerte!


Debíamos entrar por grupos y tuvimos que esperar fuera, en un pequeño claustro, cuyas paredes estaban forradas con lápidas de este nivel.


Esta exposición titulada "KLIMT EXPERIENCE", se prolongará hasta el 2 de abril. Una impresionante propuesta multimedia, donde puedes descubrir la vida y la obra completa de Klimt.





Después de esta diferente exposición, nos fuimos ha nuestro último y romántico destino, il Ponte Vecchio.





Una vez nos cansamos de pasear por sus rincones, decidimos irnos a cenar. Estábamos tan exhaustos y hambrientos que no nos vimos con fuerzas para esperar una inmensa cola y degustar una buena bisteca fiorentina di chianina, la raza típica toscana de vacuno en IL LATINI. En lugar de eso, se nos ocurrió ir a un antiquísimo lugar para mostrároslo, pero desgraciadamente estaba cerrado al ser domingo, de modo que ya os lo enseñaré en otro post.


Como el hambre apremiaba nos dirigimos al más cercano, la Trattoria PONTE VECCHIO y he de decir que aún con la aprensión que íbamos por lo turístico del lugar, encontramos un acogedor restaurante con carnes y pastas muy recomendable.


A la salida nos dirigimos hacia nuestro coche y nos encontramos con un decorado maravilloso. Domingo, 21.00 de la noche, Florencia ¡y no había ni un alma por la calle!,


bueno una.


La ciudad estaba silenciosa, fría, vacía y toda nuestra.


Disfrutando de cada minuto, llegamos a nuestro coche y de allí a Montalcino.


PININO nos esperaba para seguir haciendo regalos al paladar...pero esa ya es otra historia.